Es irónico que me alegre de que llegue Noviembre, que lleguen las nubes y el frío que tanto me hace encoger, el tiempo que me hace revivir unos días como estos, hace ya unos años, en los que todo empezó a irse a pique. Unos días en los que la pena comenzó a invadirnos y cuando nos dimos cuenta de que se haría infinita ya era demasiado tarde para que nos permitiese realizar cualquier acto. En lo que se incluía el ser capaces de seguir juntos. Pobres adolescentes ingenuos que nos creíamos capaces de superar cualquier obstáculo.
Tras miles de “volver a intentarlo”, besos sin sentido, susurros al oído y promesas incumplidas, me sigo preguntando de qué forma conseguimos aunar las fuerzas para poder despedirnos. Y aún me pregunto en qué pequeño instante empezó todo a ir mal.
A ti, protagonista de todas mis noches desde entonces, a quien dediqué todas mis lágrimas, poemas y composiciones inacabadas, dedico también este Noviembre por primera vez distinto. Porque toda tragedia tiene un final, y todo cuento de hadas un principio.
Y toqué tantas veces la melodía intentando que ocupase el espacio de mi mente dedicado a ti que perdió el sentido.
My heart is sad and lonely.
For you I cry,
for you, dear, only.
I tell you I mean it,
I’m all for you,
body and soul.
Un pequeño desastre para empezar el intento de retomar esto, esperemos que mejoré >.<
Va para Lefevre =)